¿Dónde invierto mis momentos?

La asertividad  a veces reside en la capacidad de colocar límites, a  esas situaciones que nos dañan o perjudican, empezando por nosotros, Invertimos mucho  sosteniendo nuestra incomodidad en un vínculo; para que no se rompa, para evitar dañar, por miedo a que pueda pasar, y todas las justificaciones posibles. 

 ¿Me pregunto cuánto tiempo de incomodidad necesitamos para salir de esos lugares ?

¿hasta cuándo y para qué sostengo esta incomodidad?

El límite radica en decidir desde la adultez, que mis elecciones deben ser beneficiosas para mí. Ya no eligen mis padres porque no soy un niño, aunque puedo seguir siendo un niño de edad adulta. 

No elige mi pareja, mi familia ni mis amigos por mí, decido lo que me hace bien y aquello que no, entonces debo buscar las palabras para expresar mis sentimientos y dejar claro qué postura deseo del otro desde ahora. 

La construcción de relaciones sanas radica en el autoconocimiento, en saber qué permito, que no, ni permitiré, hasta dónde y para qué, luego establecer esos límites de modo que cuide la relación, sin descuidarme. 

Lo que sigue a la acción es la repercusión.